Visitar la Polinesia Francesa con sus atractivos en Bora Bora y Tahití principalmente, es algo que cualquier podría desear hacer alguna vez en su vida.
Es muy común en algunos sectores el hacer viajes allí para celebrar la luna de miel o para celebrar aniversarios.
La Polinesia Francesa, al igual que cualquier otro destino turístico, tiene particularidades que pueden hacer que el viaje de cualquiera sea de lo mejor, o no salga tan bien como se pensaba y todo dependerá si se toman las medidas necesarias.
Por esto es importante conocer la información general de la región antes de viajar, para tomar mejores decisiones al momento de elegir hotel, restaurantes, excursiones e incluso las islas que debes visitar.
Una vez estando allí, podrás desenvolverte de mejor forma si conoces los datos más importantes.
Todo suma para que la experiencia de viaje sea lo mejor posible.
Documentación necesaria
Al tratarse de un destino turístico en otro país, tan alejado que requiere de varias escalas de vuelo, lo mejor es que sepas antes de partir todo lo que necesitas.
Por esto te recomiendo que revises la información general sobre la documentación requerida para viajar a la Polinesia Francesa.
Para los ciudadanos de España la situación no es muy complicada si se eligen los vuelos adecuados.
Hay muchas formas de llegar en avión a la Polinesia Francesa, y si quieres evitar complicaciones lo mejor sería volar de Madrid a París y de ahí a Papeete, en Tahití.
De esta manera solo necesitarás tu DNI, no requerirás tener pasaporte vigente gracias a los tratados de la Unión Europea.
Pero la situación cambia si eliges un vuelo que haga escala en los Estados Unidos, en ese caso necesitarás un pasaporte vigente para pasar la aduana del aeropuerto, que muy probablemente sea en Los Ángeles.
Además, si haces escala en EEUU es posible que requieras un visado que puedes pedir por Internet.
Estaciones y clima
En las islas que componen la Polinesia Francesa suele haber un clima predominante de dos estaciones, en lugar de cuatro como en el resto del mundo.
Las estaciones se dividen entre húmeda y fría y seca y cálida.
La estación húmeda y fría abarca los meses entre julio y agosto, con temperaturas que rondan los 30°C. Ésta es la temporada baja en la Polinesia Francesa y la más barata para visitar las islas.
La estación seca y cálida abarca los meses entre mayo y octubre, con temperaturas que entre 24°C y 28° C.
¿Cuándo viajar a la Polinesia Francesa?
Viajar a la Polinesia Francesa siempre es recomendable, pero debes decidir la fecha del viaje en función de tus vacaciones y del clima que hace allí.
Como te mencioné antes, las temporadas son dos, seca y húmeda.
La mejor época es la estación seca, que es la temporada alta en la Polinesia Francesa y la mejor para visitar sus islas.
Si viajas en temporada alta tendrás que pagar más, pero el ambiente siempre será el óptimo para las actividades acuáticas, pasear por las calles de las islas, viajar entre ellas, visitar sus playas, entre otras.
En cambio, si decides viajar en temporada baja, ahorrarás mucho en todo: hoteles, restaurantes, vuelos, excursiones, pero el clima no será siempre el mejor.
Puede que te topes con días nublados, o incluso lluviosos, frescos, y no tan aptos para pasarlos en la playa o al aire libre, no al menos como podrían serlo en otra época.
La decisión es tuya y si tu presupuesto te lo permite, lo mejor es viajar entre julio y agosto.
Idioma en la Polinesia
En la Polinesia Francesa el idioma que se habla es el francés, ya que es una colectividad francesa en ultramar.
Pero muchas personas residentes allí aún hablan lenguas tradicionales de esas regiones, las cuales se intentan conservar para futuras generaciones.
Como turista es muy poco común encontrarse con personas que hablen estas lenguas durante las visitas.
En las zonas turísticas normalmente se habla francés e inglés, pero siempre es recomendable aprender la mayor cantidad de palabras básicas en francés si queremos recorrer las islas.
Gastronomía
La gastronomía de las islas de la Polinesia Francesa se basa completamente en lo que ahí se cultiva, cría y pesca.
Tienen una amplia gama de frutos y plantas comestibles, las cuales aprovechan para hacer ensaladas y zumos.
Su fauna marina es inmensa, por lo que puedes encontrar desde camarones, pescados varios y hasta langostas. El atún es el que más se aprovecha y hay recetas deliciosas que te esperan. También se consume carne de pollo, cerdo y de res.
Las frutas tropicales son muy consumidas ya que se encuentran en casi todas sus recetas. Las bananas de montaña son delicias y puedes comer en una variedad enorme.
Las bebidas igualmente muy deliciosas se basan en frutas como el mango, el coco y otras piezas tropicales.
Sus platos tradicionales son deliciosos, como el Poisson Cru, que se elabora con pescado crudo en cubos acompañado de leche de coco y mango.
El Tamaaraa es la especialidad, cocinada en un horno bajo tierra, una mezcla de carne de cerdo, res, pescado, mariscos y plátanos rojos envueltos en hojas de banano. Es tan delicioso el resultado que querrás comerlo todas las veces que puedas.
Por cierto, una de las actividades que más hacen los turistas relacionadas con la gastronomía es este crucero al atardecer en Bora Bora que incluye una deliciosa cena con platos tradicionales. Nosotros lo hicimos y fue una de las mejores experiencias de nuestro viaje.
Moneda, cambio y precios
La moneda de la Polinesia Francesa es el franco CFP, este es utilizado en cada una de las islas que componen el archipiélago. Cada euro vale prácticamente 120 francos CFP.
Además de la moneda local, suele ser bien recibido el dólar americano y el euro, cuando se trata del turismo.
De cualquier forma, hay muchísimas casas de cambio disponibles en toda la Polinesia.
Si deseas cambiar euros por francos CFP, puedes hacerlo en los hoteles, el aeropuerto y en algunos puntos dentro de las islas de Bora Bora y Tahití.
Los precios suelen estar tanto en francos CFP, como en dólares, por lo que es común que puedas encontrar cartas en restaurantes, u ofertas de productos y servicios con sus precios en ambas monedas.
Como consejo, decirte que lo mejor es que la hagas el cambio de divisa por ti mismo, ya que algunas personas pueden aprovecharse y darte un tipo de cambio a favor suyo.
Historia de la Polinesia
La historia de la Polinesia es un poco confusa en cuanto a la exactitud de los hechos y época, pero los registros que más validez tienen marcan que hace alrededor de dos mil años los primeros habitantes de las islas llegaron procedentes de las Islas Samoa.
Tuvieron que pasar más de 1700 años para que, en 1767, el inglés Samuel Wallis y su tripulación, llegaran a explorar las islas.
Un par de años después lo hizo igualmente James Cook y su tripulación.
Pero fue Louis-Antoine de Bougainville, un explorador francés, fue quien reclamó las islas en nombre de Francia, en 1769.
Para finales del siglo XVIII ya existía un tránsito relativamente frecuente de buques y barcos entre la Polinesia y Francia.
En 1797, la Sociedad Misionera de Londres llegó a las islas. Reconocidos como los primeros misioneros, hicieron su labor durante décadas.
En 1815 ya contaban con el apoyo del gobierno local, la famosa familia Pomares.
Su presencia erradicó casi por completo algún rastro de la cultura polinesia, y se prohibieron las danzas y música tradicionales. Destruyeron templos y esculturas.
Llegado 1880, el rey Pomare V, dejó su puesto y con esto el gobierno que su familia había tenido por más de un siglo.
Entonces se proclamó la Polinesia como una colonia francesa y en 1901, la colonia incluyó también a las Islas Australes, las Islas Marquesas, las Islas de la Sociedad, el archipiélago de las Gambier y los atolones de las Tuamotu.
Aun así, los habitantes de las islas de la Polinesia no eran reconocidos con la nacionalidad francesa que les correspondía como parte del territorio de ese país.
Por presiones políticas, pasada la Segunda Guerra Mundial fue cuando se les dio la ciudadanía francesa a los habitantes de las islas. La participación de muchos tahitianos en la Segunda Guerra Mundial, del bando de Francia, provocó que esto se sucediera.
Fue en 1957 cuando tras varias asambleas en Francia, la Polinesia por fin consiguió el nombre que ahora tiene, es decir, Polinesia Francesa.
Esto significó no solo un cambio de nombre oficial, sino que ya fuera reconocido como un territorio francés con todo lo que esto conlleva.
Actualmente la Polinesia Francesa tiene cierta autonomía de Francia, pero no total.
Un sector de sus habitantes desea independizarse de Francia, pero no se han realizado acciones que desemboquen en ello.